Extra 01.
Los primeros meses del embarazo habían transcurrido con los síntomas más comunes, desde antojos con extrañas combinaciones dulces, las horribles náuseas matutinas y como su vientre se iba hinchando de manera redonda, haciendo que todos los que lo vieran en su faceta como embarazado apostaran que sería niña.
—¿Cómo pueden estar tan seguros? —cuestionó Jimin con un puchero, sobando su vientre abultado. Iba a terminar el sexto mes, en unos días más irían a la consulta semanal para ver como iba la gestión de bebé, por lo que las especulaciones sobre el sexo del bebé estaban al margen del día.
—Por la forma de tu vientre —apuntó Ann hacia el mismo.
—Y porque te vez horrible en estos momentos —su hermano, Seokjin, mencionó con una sonrisa divertida.
—¿Y eso qué tiene que ver, tarado? —alcanzó la almohada a su costado y se la lanzó, dándole en el rostro antes de que pudiera cubrirse.
—Tiene razón —cuando Namjoon, el esposo de Seokjin, habló, negó rápidamente al reaccionar a lo que dijo—. No en ese sentido, sino que cuando concebimos a Hyori comprobamos todos esos signos, desde verse uno demacrado, reflejas una apariencia apagada; si es niña dicen que te roba tu energía, mientras que si es niño, te vez más radiante.
—Probablemente que sea niña es más desgastante por todos esos pretendientes que tendrás que espantar, ¿no es así, Jungkook? —Seokjin murmuró con diversión y burla.
—¿Así como tú lo harás con Hyori? Cuando la fuimos a recoger la vez pasada la vimos con un compañero, ¿cómo es que se llama? ¡Cierto, Sunoo! —fue turno de Jungkook de burlarse, viendo como la expresión del contrario cambió por completo.
Y mientras los dos hombres iniciaban una discusión por quién será el mejor en cuidar a sus hijas, Jimin se limitó a mirar su vientre con una sonrisa. ¿Otra niña? No se había detenido a pensar el sexo de su bebé, él estaba feliz por concebir nuevamente y a lado del hombre que amaba, manteniéndose fielmente a su lado durante todos esos meses al igual que sus dos pequeños hijos que se encontraban quisquillosos por conocer a su nuevo hermanito.
Solo esperaba que todo marchara para bien, y era cuestión de semanas para averiguarlo.
✧✦✧
Aquella mañana había sentido calambres en la zona baja del vientre, por lo que se habían levantado rápidamente y alistado para ir a su cita más temprano de lo usual, siendo Jungkook el que más se preocupaba por la situación. No tardaron en ser atendidos, por lo que rápidamente fueron a la sala de chequeo y se encontraban en esos momentos viendo la pantalla donde se veía la forma del bebé en un buen estado a palabras del doctor.
—¿Dices también que seguiste con las náuseas y el vómito a pesar de lo que te receté? —Jimin asintió, prestando atención—. Entonces tendré que mantenerte en revisión por unas horas, así te recuperas y te sentirás mejor, hay que prevenir la deshidratación y evitar que tengas un desmayo bajo la misma causa, ¿está bien? Dependiendo de como te encuentres te podrás ir a casa por la tarde o inclusive mañana.
—¿E-Eso es malo? ¿Tiene algo malo? —Jungkook cuestionó con el ceño fruncido, apretando la mano de Jimin con una fuerza excesiva.
—No hay nada que temer, podemos ver que el bebé está de forma sana y todo apunta un parto natural sin complicaciones, se está desarrollando de forma sana, solo me inquieta los síntomas que aún presenta Jimin y es mejor mantenerlo en revisión para que no sufra algún desperfecto —retiró el material de la zona y desechó los guantes—. Puedes vestirte, Jimin. Los dejo solos y le diré a la enfermera que venga para guiarlos a la habitación donde se instalarán durante su pequeña estadía en el hospital, ¿de acuerdo? Yo me encargo del papeleo.
Ambos asintieron, Jungkook ayudando a Jimin a bajar de la camilla y ayudando a que se terminara de acomodar su ropa antes de salir cuando la enfermera se encontraba afuera ante su llamado. Los llevó hasta una pequeña habitación, donde después de un rato estaba Jimin sobre la cama con un par de cables conectados a su cuerpo y la maquina monitoreando cualquier sentido. No habían intercambiado una palabra más, manteniéndose en un ambiente lleno de tensión y melancolía.
—Hey, ¿por qué estás tan distante? —lo llamó, haciendo un espacio en la cama.
—No puedo entrar ahí, romperemos la cama.
—¿Estás diciendo que estoy pesado? —puchereó ante su comentario, provocando que se acercara rápidamente y tomara asiento frente a él, acunando su rostro.
—No, amor. No podría insinuar siquiera eso, solo quiero que estés cómodo.
—Mi comodidad está a tu lado, tengo frío y la manta no me cubre lo suficiente, ven conmigo —jaló su camiseta hasta que logró recostarlo a su lado, pegando su cuerpo contra el suyo hasta que su vientre tocaba contra su estómago—. Estás asustado, ¿no es así?
Jungkook no contestó, solo se limitó a abrazarlo y mantenerlo a su lado, sin intenciones de decir palabra alguna.
—No tienes que sentir miedo, el doctor nos aseguró que todo estará bien en el parto y le vamos a creer, si él lo dice entonces estará bien.
—Y-Yo... no lo entenderías —murmuró contra su cabello, con expresión afligida.
—¿Entender qué? Puedes explicarme, estoy aquí y no me moveré.
Soltó un suspiro y cerró los ojos antes de hablar —Con Mitch, la mamá de Junwon, nos aseguraron lo mismo. Todo estaría bien, el doctor nos aseguró que era imposible que tuviera complicaciones ya que tuvo la gestión de manera sana. No temíamos en absoluto, creíamos en él, pero en la última noche sufrió de un leve sangrado y fuimos al hospital ya que tenía calambres que le hacían gritar de dolor, la metieron al quirófano y luego salió una enfermera para avisarme que estaba en labor de parto. No me dejaron entrar, por lo que opté de llamar a todos nuestros familiares y conocidos para esperar a que naciera Junwon, todos estábamos en la expectativa de conocerlo cuando el doctor salió después de un par de horas con una expresión de derrota, lo entendí. El parto no había salido como se esperaba, habían tenido que salvar solo a uno y ese había sido a Junwon, al principio no lo quería comprender porque dolía, ¿cómo se supone que tome la noticia que mi esposa falleció? La vi por última vez sufriendo, gritando de dolor y llorando, ¿qué clase de imagen podría guardar después de ello? Se suponía que nos veríamos después del parto, estaríamos los tres y luego nos iríamos a casa, ¿cómo iba afrontar que regresaría a casa con un recién nacido y sin mi esposa a mi lado para criarlo juntos? —guardó silencio por un momento y prosiguió con los ojos nublosos—. Cuando despertaste esta mañana por los calambres, casi juré ver sangre en la cama y temí que se repitiera la historia, aún faltan semanas para su nacimiento y un embarazo prematuro jamás suena como una buena opción. Mientras conducía hacia el hospital solo podía pensar en ello, ¿qué haría? No solo es nuestro bebé, también tenemos dos niños esperando por nosotros en casa, ¿cómo podría verlos después de todo? El miedo me está consumiendo y no quiero ser pesimista, pero verte aquí internado no me ayuda, no quiero perderte, no quiero pasar por lo menos una vez más porque no lo podría soportar, no lo haría, Jimin.
Se echó a llorar, aferrándose a su cuerpo como si se tratara de un salva vidas a mitad del mar, tratando de sentirlo entre sus brazos y saber que aún se encontraba ahí con él, que todo pasaría y que estaría bien. Pero al ser correspondido y sentir de sus caricias, el miedo albergó aún en su pecho, ¿y si ya no podría tener de esos momentos a su lado? ¿Y si ya no podría sentirlo? No podía ni imaginarlo.
—Estaré bien, ¿si? No tienes que temer en absoluto, prometo aferrarme y quedarme a tu lado para seguir cuidado y amando a nuestros tres hijos, los veremos crecer hasta que la vida nos los permita, pero para eso aún faltarán muchos años por delante, ¿de acuerdo? Que no te gane el miedo, me sigues teniendo a tu lado.
Se quedaron abrazados en la cama, sosteniéndose mutuamente mientras trataban de dejar las emociones negativas a un lado y concentrarse en el presente, disfrutando de lo que restaba de embarazo sin que temer.
✧✦✧
—¡Te amo, estaré aquí esperándote! —gritó mientras lo apartaban de la camilla donde Jimin era transferido al quirófano. Era el día del parto y después de que las contracciones se hicieran cada vez más frecuentes, había decidido meterlo para el labor de parto.
Se quedó a mitad del pasillo, sin permitirle poder avanzar más del límite, por lo que solo se quedó viendo las grandes puertas siendo cerradas donde lo vio partir. Tragó el nudo en su garganta y suspiró, todo saldría bien, tenía fé en ello.
Sus familiares y conocidos fueron llegando tan pronto como eran avisados de la noticia y la sala de espera se fue llenando conforme el tiempo pasaba. Cada tanto salía una enfermera para notificar que el parto se estaba llevando con éxito, Jimin estaba haciendo un buen trabajo y que era cuestión de seguir esperando antes de que se acompletara con éxito.
Para Jungkook fue eterno el tiempo que se mantuvo esperando, mensajeaba con su madre cada cierto tiempo para comprobar que Junwon y Haneul estuvieran portándose bien, no quería arriesgarlo a exponerlos en el hospital y prefería mantenerlos en casa. Cuando guardó el celular vio como el doctor que llevaba a cabo el parto salía por las puertas, quitándose el cubrebocas en el proceso.
—¿Cómo salió todo doctor, están bien? ¿Los dos están bien? —cuestionó tan pronto como corrió para encontrarse con él en el camino.
—Le informo que tuvimos algunas complicaciones y tuvo más sangrado de lo usual, nos asustó que la bebé no llorara y una enfermera se encargó de ello. ¡Felicidades, se convirtió en padre de una hermosa bebé! —sonrió ante la noticia.
—¿Y mi esposo? ¿Salió bien? —estaba desesperado por no saber nada más de su estado.
El doctor asintió —Pudimos controlar el sangrado y detener cualquier complicación que estuviera presente. Las enfermeras se están encargando de limpiarlo y llevarlo de vuelta a la habitación. Muchas felicidades, en unos momentos puede ir con su bebé y con su esposo, cualquier cosa no duden en decirme, estaré en mi oficina —se despidió con un asentimiento, dejándolo solo con las demás personas detrás mirándole.
Y cuando por fin pudo procesar la idea de que todo había salido bien y que era cuestión de esperar para poder verlos, pudo respirar nuevamente. Todo estaba bien, sus miedos se fueron y pudo sentir como un peso se liberaba de su pecho, haciéndolo respirar como debía después de tanta agonía y temor.
Todo estaría bien a partir de ese momento, no tenía nada de qué temer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro